Algo así como, encima de que estamos en crisis ahora la culpa la tenemos los periodistas. No, los periodistas uno a uno, no. Pero es obvio que algo falla. El lector no busca la verdad sino la confirmación de sus convicciones. Y las grandes compañías, que trafican con nuestros datos y nos conocen ya más que nuestra pareja, nos tientan con las páginas en las que encontraremos unas opiniones que coincidan felizmente con las nuestras. Es aterrador.
Elvira Lindo